Atención al Público
Preguntas Frecuentes
Es el proceso mediante el cual SAGUAPAC recupera de sus socios las inversiones realizadas en los sistemas de agua potable y alcantarillado sanitario. Este monto cobrado mensualmente, constituye la cuota o aportación de los socios al patrimonio o fondo social de la Cooperativa, el mismo que permite continuar ampliando los servicios.
El reglamento nacional de prestación de servicios en sus artículos 8 y 9, estipula que las empresas son responsables hasta el punto donde está colocado el medidor de agua. Sin embargo, la Cooperativa está analizando la posibilidad de acreditar empresas de plomería para este fin.
Se cobra en función al consumo de agua. El principio es que el agua potable que ingresa a una vivienda está distribuida en lo que se consume (alimentación) y en lo que se usa (aseo, sanitario, lavado de ropa, etc.). Bajo este concepto se establece que un 20% se consume, el restante 80% corresponde al agua servida que es descargada al sistema de alcantarillado sanitario. Por lo tanto el 80% del total de consumo de agua corresponde al alcantarillado sanitario.
Para su utilización, el medidor debe ser pagado por el socio al momento de inscribirse; sin embargo, es un instrumento de medición de la Cooperativa y ésta le realiza el control y mantenimiento gratuito. El medidor está bajo el cuidado y custodia del socio o usuario, en caso que éste sufra daño intencional o fortuito, su costo de reposición estará a cargo del mismo. Si el medidor presenta fallas por el uso permanente, podrá ser cambiado por SAGUAPAC, sin costo para el asociado.
Con una, cuyo vencimiento sea mayor a los 60 días después de la fecha de su emisión.
SAGUAPAC no cuenta con el beneficio de la cuota mortuoria. Sin embargo, beneficia a sus socios y usuarios capacitándolos para que puedan desarrollar actividades microempresariales a través de cursos y talleres.
SAGUAPAC emite facturas por la tarifa básica, aún con el servicio cortado, debido a que existe un costo (depreciación, operación y mantenimiento) que es necesario cubrir para que los servicios sigan funcionando normalmente. Sin embargo, desde marzo de 2006, a los socios y usuarios con categoría domiciliaria no se les factura si se encuentran con el servicio cortado. En estos casos, se cobra un cargo mínimo correspondiente a la depreciación.
La categoría se modifica cuando no existe un negocio en el inmueble. Sin embargo, hay situaciones que escapan al control de los inspectores, por ejemplo: cuando el inmueble todavía mantiene los letreros comerciales, a pesar de no contar con el negocio.
El aumento de diámetro no le va a solucionar el problema. La presión se mantiene constante, lo que aumenta es el caudal. El diámetro de 1pulgada se justifica para caudales cuyo consumo sea mayor a los 90 m³/mes (piscinas, escuelas, llenado de tanques de edificios, etc.).
No, el contador del medidor no se mueve sólo, es una pieza mecánica que funciona por la acción del agua, que al pasar por éste, mueve un mecanismo similar a una paleta y los engranajes del contador. Si se mueve sólo, entonces podemos establecer que podría haber una pérdida de agua interna.
Cuando el agua sale blanca (similar a un efecto de efervescencia) no es porque tenga mucho cloro, se trata de micro-burbujas de aire en solución heterogénea con el agua, producto de presencia de aire en las cañerías, inyectado por las bombas. Si se deja reposar el recipiente con agua, veremos que en unos minutos el aire se escapa por la superficie y el agua queda completamente clara.
El agua de SAGUAPAC proviene de pozos con una profundidad de hasta 350 metros, son aguas subterráneas que contienen muchas sales y minerales, entre los cuáles se encuentran óxidos de hierro y manganeso. Estos minerales no representan ningún problema para la salud; sin embargo, dan un aspecto oscuro al agua, tornándola desagradable para el consumo. Estos minerales disueltos en el líquido se asientan en el fondo de los tanques de almacenamiento de las estaciones de bombeo, pero siempre ingresa algo a la red, debido principalmente a la agitación provocada por las bombas que succionan el agua del tanque.
El sarro en la caldera y en la ducha no se forma por el cloro, sino por el carbonato de calcio. El agua de nuestros acuíferos subterráneos por naturaleza es rica en carbonatos de calcio; sin embargo, éstos se encuentran dentro de los niveles admitidos por las normas internacionales y no constituyen ningún peligro para la salud.